«Siempre tuve la curiosidad de conocer distintos métodos anticonceptivos, pero la vida y el entorno siempre me llevaban a las mismas respuestas: Sólo los ACO eran lo más seguro, o implantes, o DIU. Después de tomar pastillas desde los 18, a los 28 dije “ya basta”. Ya tenía 1 hijo, mis ciclos eran relativamente estables y no quería seguir empastillándome. Dejé de tomarlas y estuve así por 7-8 años.
Conozco a Camila hace siglos, casi, de toda la vida. Y si bien sabía que ella utilizaba el Método Sintotérmico en sí misma, cuando lo comenzó a enseñar dije “ este es mi momento, aprender algo, que sobre todo va a ser enseñado por una seca y con todo el amor del mundo. Me voy a inscribir”.
Con el paso de las sesiones fui tomando en cuenta ciertos biomarcadores que yo veía en mí, pero que no tomaba en cuenta. Que no sólo eran importantes, sino cruciales para tener un manejo y control de mi ciclo. Que el ciclo no es sólo cuando te llega la regla, y lo que haces afuera es igual de importante de lo que pasa dentro. Este método me ha ayudado a conectarme conmigo, con mis etapas, con mis emociones y ver cómo todo esto se refleja en mi ciclo menstrual, ayudándome a saber quién soy y cómo navegarme día a día».
Francisca, 35 años, Salt Lake City, USA